martes, 9 de marzo de 2010

Breve reflexión antropológica en torno a la celebración del día 12 de octubre

Mesa de Cultura, Municipalidad de Izalco, octubre 12, 2009
La celebración del “Día de la Raza” “el Día del Descubrimiento de América” “el Choque entre dos Culturas”, o como se le conoce contemporáneamente “Día de la Hispanidad”, es una apoteosis que hace gala o alarde de la visión oficial en la cual, la política cultural gubernamental del Estado salvadoreño, tal como afirma el antropólogo salvadoreño Rafael Lara Martínez: “sólo valoriza lo indígena como objeto arqueológico difunto o como objeto folclórico sujeto al turismo”.
Puesto que antaño, o sea previo a la llegada de los españoles, la población nativa que ocupaba el territorio del Señorío de Los Izalcos, eran poseedores de su propio desarrollo político, económico, social, cultural, religioso y simbólico. Ahora bien, los invasores del Imperio de la Península Ibérica, luego de las refriegas, batallas y resistencias asimétricas o desiguales, a través de la conquista, sometimiento y dominio, los europeos se adueñaron del poder político y de su sino.
En consecuencia, el impacto político cultural, supuso la reelaboración de una nueva cultura, en ese sentido el resultado fue la aculturación, según el antropólogo mexicano Arturo Warman, es “el proceso mediante el cual dos o más culturas se ponen en contacto para integrar un nuevo sistema, no implica la integración, la absorción de la cultura de los vencidos por la cultura de los vencedores”.
En otras palabras “decir que todos somos mestizos y que todos tenemos la misma cultura es definitivamente falso”, además, el hecho de pensar que tenemos una cultura homogénea es un mito, una invención oficial de querer presentar una identidad sociocultural nacional, porque la aculturación implica modificaciones en las estructuras de las culturas y las sociedades que han establecido contacto, estas transformaciones socioculturales, por lo general, tienden a ser violentas.
Ahora bien, mi propuesta como antropólogo sociocultural, miembro de la Mesa de Cultura de esta Municipalidad va encaminada, a que si bien se puede hacer una retrospectiva etnohistórica sobre la población de antaño, no debemos caer en un folklorismo o en un idilio turístico, sino más bien debemos apostarle, al desarrollo de investigaciones multidisciplinarias, que den cuenta de la dinámica sociocultural, no sólo de las comunidades indígenas, sino holísticamente también de Izalco.
En ese sentido, la celebración del 12 de octubre, debe configurarse como un espacio de lucha, con carácter y determinación político cultural, en la cual debe enfocarse en la reivindicación de los derechos de la comunidad actual, porque las únicas semejanzas que tenemos los salvadoreños es que todos somos diferentes, a causa de que como afirma Warman: “las culturas indígenas no son estáticas, han sido transformadas y siguen siendo distintas, volverán a transformarse y mantendrán su distinción”.

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